22 nov 2008

El Misterio del Agua - 2da Parte


PIONEROS DE LA MEMORIA DEL AGUA
Investigadores como Theodor Schwenk, Peter Redgrove o Victor Schauberger, han reconocido en los modelos de fluidez del agua una dirección en relación con la naturaleza y con nosotros mismos. Schwenk, en su obra, El Caos Sensible, una verdadera obra maestra en el campo de la investigación, escribió: "Un arroyo que serpentea murmurando alegremente sobre las piedras de su cauce, engendra una multitud de pequeños remolinos y superficies internas que son verdaderos órganos sensoriales abiertos al cielo, que perciben el río del devenir cósmico. Al ser absorbida después por todas las criaturas terrestres, las plantas, los animales y el hombre, les transmite todas las impresiones recibidas y las difunde por todas partes".
Las conclusiones de algunos científicos apoyan cada día más la hipótesis y postulados de los filósofos y de los místicos de antaño. Claudine Luu, de la Universidad de Montpellier, llegó, tras sus investigaciones, a la siguiente conclusión: "El agua es el principal constituyente de los sistemas vivos, y no olvida las sustancias que disuelve (...). Puede así recibir, transmitir e incluso memorizar, o amplificar, efectos de condiciones físicas siempre variables, cuyo origen se encuentra en nuestro entorno próximo o lejano".
LA MEMORIA DEL AGUA
Los experimentos del doctor Jacques Benveniste, audaz defensor de la controvertida hipótesis conocida como "memoria del agua", le condujeron a la certeza de que el agua puede almacenar información electromagnética y biológica, pudiendo ser imprimida con lo que él llamó "zonas de coherencia", que le permiten funcionar como sistemas de comunicación, en la Naturaleza y en la células de los seres vivos. En un reciente artículo, publicado por el ISERN francés, asegura que "... estos resultados indican, sin equívoco, que la naturaleza física del mensaje molecular, actualmente desconocida, es electromagnética. Este mensaje es transmitido y memorizado por el agua polarizada, fenómeno que favorece la transmisión de la señal molecular". En una de sus múltiple experiencias, Benveniste logró proyectar sobre una superficie de agua la imagen luminosa y electromagnética del curare, un potente veneno neurotóxico. Más tarde la daba a beber a ratas de laboratorio y éstas, al poco tiempo, morían con los´síntomas propios de esta sustancia: asfixia y paro cardiaco.
Esa hipótesis de la "memoria del agua" vendría a explicarnos, entre otros enigmas, la extraña eficacia de la medicina homeopática, cuyos procesos curativos siguen constituyendo un gran interrogante, incluso para los especialistas en esta forma de terapia holística y energética. La explicación de las virtudes terapéuticas de los remedios homeopáticos debería buscarse, precisamente, en el agua y su poder holográfico de registrar, almacenar, dinamizar y multiplicar algún tipo de energía sutil, desconocida por la ciencia actual, que ejerce un poderoso efecto sobre los seres vivos, sobre todo en las altas diluciones homeopáticas en las que ya no existen residuos moleculares visibles de la sustancia madre, y que pueden resultar peligrosos si son administrados sin cierta prudencia.
Recientemente, el Dr. Robert Fisher, del Royal London Homeopatic Hospital de Londres, argumenta que "muy probablemente sea la microestructura del agua la que retenga la información referente a las sustancias con las que ha entrado en contacto, e incluso multiplique el efecto terapéutico de éstas". El propio Benveniste manifiesta al respecto: "Los homeópatas utilizan empíricamente estas propiedades del agua... La señal molecular, una vez establecido su origen electromagnético, podrá ser numerable, graduable, modificable, transmisible a distancia y reproducible hasta el infinito. Estos resultados podrían revolucionar la biología y la medicina, y permitir comprender la influencia de los campos electromagnéticos sobre la materia viva".
Continuará...

0 comentarios: