LOS SONIDOS DEL AGUA

Mujeres de la isla Vanuatu tienen siglos de ir a lavar la ropa al río o al océano… para alivianar esas duras jornadas de trabajo aprendieron a hacer música con el agua, como un tributo a la madre Tierra.

Por: Miguel Simón
Fotos: Fabio Rodríguez

El espectáculo de la Música del Agua fue especial. Logro trasladar a los asistentes desde el Acuario Fluvial a tierras que se encuentran en las antípodas de Zaragoza… las paradisíacas islas de Vanuatu, sumergidas en los celestes y azules de un Océano Pacífico espectacular, generoso y vibrante. Era como aquellos documentales que se ven solo en la televisión y que llenan de emoción presenciarlos en vivo.

Desde Vanuatu, un pequeño país del Pacífico llegaron con sus atuendos, con sus pieles doradas… es poco frecuente ver aborígenes de esa zona del planeta en estas latitudes. Todo en torno a este grupo de mujeres refleja lo auténtico y lo genuino, su sonrisa es sencilla, pero llena de alegría y un tanto confusa por la abundancia de público.

El origen de esta música del agua viene de cuando las mujeres se reúnen en el río para lavar la ropa. Es un trabajo duro, y por ello acumulan ropa de varios días con la que luego bajan a lavar. Pasan muchas horas lavando, largas jornadas dentro del agua, por eso, en los momentos de pausa, se sumergen hasta la cintura y, combinando distintas formas de golpear la superficie, crean originales sonidos y ritmos mostrando una sorprendente habilidad y coordinación.

Tienen cientos de formas de golpear el agua y cada una genera un sonido distinto, de forma que con las combinaciones consiguen crear pequeñas canciones, sencillas pero fascinantes teniendo en cuenta el único instrumento que utilizan. Antes de cada secuencia, la líder del grupo da las indicaciones precisas… es un ligero susurro que luego desencadena golpes de todo tipo, unos de ellos generan sonidos como si se estuviera golpeando un tambor, otros llenan el ambiente de tonos agudos.

Conseguir practicar esta música está considerado en la isla un verdadero arte, ya que estas mujeres buscan alcanzar la mayor belleza posible con sus combinaciones de golpes que consiguen los más matizados sonidos. Al mismo tiempo forman con su voz un coro tribal que nos traslada otra vez a las más lejanas y antiguas tradiciones, y además incluyen imitaciones a animales acuáticos, como el delfín, mientras alguna de las componentes del grupo baila animadamente con los brazos extendidos.

La importancia del agua para esta cultura nos la pone de manifiesto el vocero del evento, quien en inglés dice: “el agua es el padre de la vida, y la tierra es la madre, sin la tierra el agua no es nada y sin el agua la tierra no vale nada”.

El espectáculo acaba en medio de una gran ovación, las mujeres piden disculpas porque la profundidad de la piscina del acuario no es suficiente para demostrar su arte. Lo cierto es que ofrecieron un espectáculo formidable. Un ejemplo mágico del uso de la naturaleza para crear este juego musical. Todos se retiran con las palabras del presentador de Vanuatu: “El sonido del agua es dulce, es la música de la vida”.

Artículo tomado de: http://www.aquavitae.com/?p=1538
Video: www. youtube.com